En ese encuentro que agradezco al cielo,
se asintió nuestro profundo sentimiento,
y nos convertimos en uno solo, en paralelo,
y un beso sabor a miel sello el momento.
Brotaron luces efervescentes divinas,
su centro fugaz eran nuestro corazón ya uno,
y entre más duraba el beso, lágrimas de los dos después venían,
y tu boca de dulce miel, fue un panal fecundo.
Hace tiempo pretendía su amor;
el viento lo sabía y pudo realizar de mis anhelos los momentos,
y en una tarde confesé lo que eras para mi ¡Oh Flor!,
y espere lo mismo de tu dulce voz aliento.
Esa tarde no creía el instante,
emanaba el sudor tímido;
y sentí cosquilleo en mi vientre
como cuando el amor hace estallido.
Me creía en un sueño alucinante
aún más, al tenerte frente:
intercambiando frases de repente,
andando en ese parquecillo verde.
Y al fin llego el momento de la audaz propuesta,
dije: ¡vamos sé mi novia!
un beso de sabor a miel de su boca fue respuesta,
y mi voz interna dispuesta para decir ¡Gloria! Fin.
Lic. Isaías González Arroyo
- Autor: jesusverbo777 ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2022 a las 13:28
- Categoría: Amor
- Lecturas: 62
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