vámonos al mar,
a mojarnos la cara
con la bruma del mar,
a enterrar nuestros pies
en la arena negra
de el salvaje Pacífico
el seductor pacífico
revoltoso y embriagante
con su perfume de sal
escuchemos su latido
arrasante
vestidas de azul
de antiguo azul
y de nuevo azul
imagino que en el pelo
se te entiendan los graznidos de las gaviotas
¿cuántos mares nos quedan para poder enredarnos en el viento?
escucharemos en las olas
el sonido estridente
de la libertad
aquel barco errante
nos traerá hasta la tierra
el relato
del marinero invisible
acompañemos a los enamorados en su cita
con la eternidad
por allá vuelven las redes danzantes
repletas de escamas brillantes
guarda en tu cofre de mimbre
un puñado de algas
y un caracol
desterrado de su patria marítima
que no quede en tu rostro nada más que una sonrisa de espuma
que no quede en tus oídos nada más
que una voz melodiosa
que no quede en tu boca nada más
que el sabor del cilantro
que no quede nada más
en tus pasos
que el camino de vuelta a Niebla
- Autor: Fernanda Hidalgo Igor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2022 a las 19:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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