La primera actividad fue la obediencia.
Solo por el placer de los ojos
dispongo de una bala dócil
en cada línea.
El goce de los rostros
es la íntima dirección de las ausencias,
mientras la mano izquierda de los besos
alimenta el corazón de acuarelas.
Y aunque el latido
no tenga suficiente libertad
para saber de su sacrificio,
ruge y rasga de tanta rosa alicaída
que abarrota con dedos relámpago
las notas errantes del piano.
- Autor: ubik ( Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2022 a las 16:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Aida ☘️💟💥💫, Augusto Fleid, Tito Rod, Tommy Duque
Comentarios1
Magistral !!,
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.