Marchita está la flor por una herida,
retorna a su capullo ya cansada.
Su agónica belleza es marchitada,
destino de una mesa bien servida.
Silente en un adiós sin despedida,
la deuda en su nobleza está saldada.
Sublime su alma vuela iluminada
y anuncia con perfumes su partida.
Escapa al infinito cual paloma,
se esfuma la belleza que la habita,
renacen los recuerdos con su aroma.
Sufriendo en su agonía se marchita,
la sangre por su herida cruel asoma,
ausente el pensamiento se adormita.
Miguel Ángel Silva
02/10/2018
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Autor:
Mi Ángel (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de febrero de 2022 a las 16:50
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 91
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Huertes Lacalle, 🔥Ls. Angel, Aida ☘️💟💥💫, Francisco Villa
Offline)
Comentarios4
Muy bonito.ssludos.
Gracias, amigo Rafael, saludos...
👍👍👍🔥
preciosa descripción de su partida
Gracias por su comentario, amigo Luis, saludos...
Hermoso. Placer de lectura
Gracias, amiga Aida, saludos...
Ella también tuvo su función en la vida...
Hermoso
Un bello saludo
Gracias, igualmente, saludos...
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