A pesar de volver a caer de rodillas, en el inmenso cielo nocturno, queda un par de estrellas.
Es increíble, es la implacable fuerza misteriosa que sigue ahí, vivísima.
Son tus ojos.
En tu córnea, ese precioso destello es la bendición y el milagro de la más divina providencia.
- Autor: Jorge Enrique Briceño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2022 a las 23:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
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