Hubo un fecundo pasado
que a la historia fue desecho.
Días que, por alegres,
los hombres no dañaron,
brotaron las sonrisas.
Amor que, al instaurarlo,
breve fue su permanencia;
a humanidad un haz de espada.
Vació el pecado en sangre,
y el mirar noble de hombres
en cuerpo y alma quedo libre
de la muerte que lo mata.
Isaías González
- Autor: jesusverbo777 ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2022 a las 02:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
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