Cualquiera puede
mirar y contemplar
el mar lejano.
Las blancas olas,
alegres, cantarinas
y las resacas.
Algunos barcos
surcando el horizonte
altivamente.
Y, por supuesto,
cualquiera puede, ver
lo que imagine.
Un tren marchando,
por algas y salitres,
rumbo a la mar.
Unas sirenas,
buscando a los viajeros,
en la estación.
Dos monaguillos
fumando en una esquina
del hospital.
Algunos médicos
de guardia, en la capilla,
sin sacristán.
Cualquiera puede,
pensar que estamos locos
y es la verdad.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2022 a las 06:32
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Francisco Villa
Comentarios1
¿De dónde has sacado tan bella imagen?.Saludos cordiales.
Pues de Internet, Nacho, concretamente de Pinterest.
Ok,gracias.
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