Al pie del árbol una ausencia gesticula
y algún descuido va y se rompe para siempre
si de pronto con la pausa nos halagan.
Al pie del árbol ya no hay sombra endurecida,
ya no hay sombra
y los columpios de la voz ya no se mecen.
Cabizbajo de no estar, el gesto nos recuerda
que el halago ha madurado su caída
y de caerse está el descuido hecho de hojas.
De hojas secas que se ausentan,
al pie del árbol la pausa permanece,
con su gesto endurecido,
al pie del árbol nos añora
- Autor: Tomás Arencibia Gil ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2022 a las 10:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.