MUERTOS Y AGRADECIDOS

Gonvedo

Yo te conozco bien jinete,

tú cabalgabas la púrpura hierba sabia.

Todos decían que venías del mar,

del horizonte perdido de su boca,

pero yo sé que tu lugar estaba en las estrellas

más oscuras, aquellas que aún rielan

cuando la música cae.

 

Llevabas tatuado en tu piel el grito de la sangre

como una crátera encendida en el llanto,

y tu corazón era un escorpión de fingidos adioses.

 

Entonces el humo del peyote corría por los love-in,

y el F.B.I. venía en busca de algunos nombres,

pero los chamanes y los hippies

ya habían abandonado Haight Ashbury.

En las Vegas el hombre el do-dah perdía todas las manos,

Sitting Bull abría la caja de la lluvia en una gasolinera de Nuevo México,

el gran lobo aullaba en las Montañas de la Luna,

en Palo Alto quemaban un cuerpo,

dijeron que era de un visionario...

 

Es media noche, y en la Estación Galápago

se escucha un caleidoscópico blues

(retentivo y nasal).

 

 

"Pájaros de niebla"   (2022)

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Comentarios +

Comentarios2

  • Antonio Miguel Reyes

    Lástima que esa planta la hayan hecho casi desaparecer de los desiertos por culpa de turba religiosa
    (Solo la Actualmente, la Iglesia Nativa Americana —fundada a finales del siglo XIX es responsable del mayor consumo de peyote en el mundo. Esta iglesia conocida popularmente como la religión del peyote se extiende por Estados Unidos y Canadá y mezcla la ideología cristiana con elementos de religiones nativas americanas.

    Entre el peyote y los monguis aparecieron como comentas los hippies.
    Perdona el rollo, después de la lectura de tu poema me he animado
    Un fuerte abrazo

    • Gonvedo

      Muchas gracias por tu comentario, amigo Antonio Miguel. No es ningún rollo, así que no hay nada que perdonar. No tenía ni idea de toda esa historia que me has contado. Siempre está bien aprender cosas nuevas e interesantes.

      Un fuerte abrazo.

    • María C.

      Interesante poema y ídem de idem el comentario de nuestro compañero Antonio Miguel
      Os abrazo

      • Gonvedo

        Muchas gracias, querida amiga, por pasarte por mis versos.

        Petons.
        Ta llueu.

        • María C.

          Sabes que me encanta estés publicando y acompañando a todos
          Petonets
          Ta llueu



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