El avaro que tenía
gran lista de beneficiarios
la más segura era Sonía
y los evidentes sicarios.
El desfile comenzó
en el lecho de su muerte
su testamento mencionó
al que sepultara con suerte.
Solo de él se sabía
su póstumo deseo
que lo incinerarán de día
y se le diera el último paseo.
En la funeraria elegida
pagado estaba el compromiso
que la ánfora permitida
recibiera sus cenizas quiso.
Quien la llevara sería
solo Marisol la prestamista
por mensaje ella valdría
vestida de amarillo a la vista.
Y a sus deseos parientes
según convenio entregarles
la otra ánfora con sus dientes
con el fin sagrado de sepultarles.
Y al mes siguiente en la notaría
retirar el testamento contentos
para leer si podría
llorar de sus arrepentimientos.
A fecha de hoy presente
don Avaro a dejado
en aquel seguro instante
su herencia acá notado.
Que estipula lo siguiente
las cenizas en un ánfora
mías por consiguiente,y...
las del burro entregadas ahora.
Buen sueño por la gracia
de su pariente indeseado
más vale diplomacia
con alegría sopesado.
- Autor: Tú me interesas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de marzo de 2022 a las 00:43
- Comentario del autor sobre el poema: Más vale cenizas en la mano,, que por el viento voladas
- Categoría: Humor
- Lecturas: 36
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