cartas sin destino

Tengo agujas en el pecho 
que traspasan hasta el corazón
tengo la respiración lenta 
y un poco vacía

tengo recuerdos pausados 
de una felicidad migrante
de su sonrisa y su mirada
de su latir sobre mi pecho 

en mi almohada descansan
difuntos los sueños de una
felices de un hasta que la muerte 
nos separé

ni el viento ni el tiempo 
harán olvidar este sentimiento 
que lo guardaré bajo llave 
hasta que necesite un nuevo aliento

han pasado horas, días ya ni sé cuanto
solo sé que en mi memoria y mi piel 
viven los recuerdos de tus caricias, hoy 
vacías dirigidas a otra piel