Lo mejor de mí, se llamaba Nana y era una perra, sí, y yo la amaba. Siempre dispuesta para hacer o no hacer nada, a esperar paciente mi llegada. Una caricia, una palabra, cualquier cosa le bastaba. Y cómo no quererla si era mi mejor yo oliendo el mundo a ras de suelo!!! Y mi Nana, mientras pudo, me miraba, con esos ojitos marrones que no juzgaban, capaces de ver más allá del gesto de una cara. Y en los silencios, también me acompañaba. En la mejor vida de perro que supe darle, se tumba a y me miraba. Que solo el dueño de un perro muerto sabe lo que duele el alma!!! Que hay vidas que no se olvidan, gracias, gracias y gracias.
- Autor: Miss Titanium (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2022 a las 07:26
- Comentario del autor sobre el poema: Lo escribí tras el fallecimiento de mi perra. 14 años de amor incondicional. "Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida". Anatole France
- Categoría: Carta
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes, Augusto Fleid, Rafael Huertes Lacalle
Comentarios3
Tu sentimiento fue mío.
Un saludo
Agradecida siempre de sus comentarios. Gracias por tomarse el tiempo de leerme y apreciar mis textos. Un abrazo compañeros🤗
Enternecedor. Muy bueno. Nosotros tenemos un bodeguero Limón, y no queremos pensar que un día falte. Un saludo cordial.
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