No pronuncio su nombre porque me pongo a llorar
Su cuerpo errante, atrevido y burlón
Soliviantaba sus huesos agitando la vereda
Alegraba la calle con sus dolientes carcajadas.
Cubría su pálida piel con rasgada vestidura
Sus ojos traslucían la pureza de su alma
Sentado en la esquina liberaba sus lágrimas
Anhelaba comprensión y paciencia de un amigo.
Cada lágrima era grano de un mundo distante
Emoción, angustia, delirio, insomnio, pesadilla
Alucinación del misterio embriagado de albedrio
Tortuosas horas perdonando la mofa del indolente.
Se ausentaba callado con su inocente aureola
No había intrusos en su encuentro con Zoroastro
Charlaba del Yin, el Yan y la grandeza en lo sencillo
Del dolor redimido con la luminosidad de lo invisible.
Era un profeta de Anatolia espantando la oscuridad
Encendía sus palabras alejándola de la ignorancia
Brillaba su mirada comulgando lejanas luces
¡No soy religión, soy espíritu! Afirmaba.
Se postraba con devoción y con dedos temblorosos
Trazaba dos líneas paralelas a su conciencia
Una era su sombra y la otra el destello de su mente
Sabio proclamando la hondura de lo intangible.
Un día acicalado de colores y hechizado de sueños
Se quedo dormido cerrando sus ojos de niño bueno
Recibiendo la ternura del silencio purificador
Yacía en ese horizonte donde la humanidad no es utopía.
Para muchos fue un loco, para mí un amigo alumbrando mi memoria.
EH
- Autor: ENRIQUE HORNA ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2022 a las 07:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Sierdi
Comentarios1
Buenos días.
Regio, Amigo he visto en mi vida tanto loco insigne que me solidarizo con tan magna descripción.Son tantos los locos cuerdos que se cruzan en nuestras vidas y los dejamos pasar sin prestar atención a la riqueza de aquello que parece una locura.Me conmovió tu hermoso trabajo.Saludos poeta.
Muchas gracias Raiza por apreciarlo. Efectivamente este intento de poema es un homenaje a un amigo que muchos lo tildaban de "loco" pero era tan humano y brillante que enriquecio espiritualmente a aquellos que supieron respetarlo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.