EL EJE DEL MAL
Alguien dijo recientemente
en una reunión celebrada entre señores
que se dormían de aburrimiento,
que "no podía estar mejor mentado
aquel nombre
para referirse a los enemigos
del mundo occidental,
y puesto que el mal ha sido desde siempre
un problema, pues,
qué mejor que estar del lado de los buenos,
donde la razón
dispara cada cañón
con el simple acto de su presencia".
Por fortuna nosotros
estamos fuera de aquel infausto
conclave de malhechores.
Estamos bien considerados y lo más importante:
nos quieren.
Por esta misma razón invierten su dinero
en nosotros, o compran nuestras tierras,
nuestros ríos, nuestro oro
¡con nuestro oro, lo cual es sorprendente!
y todo marcha muy bien
fuera del diámetro, del radio
del eje del mal.
Detrás de la cortina de hierro,
en las habitaciones secretas del Führer
o en los laboratorios de Stalingrado,
el mal daba muy clara cuenta
de su naturaleza ancestral;
antes, claro,
de llegar el Fondo Monetario Internacional,
que por paliza y dos cuerpos de ventaja
demostró que Hitler, Stalin, Mussolini
y Pierre Nodoyuna
eran unos nenes de pecho
en el ejercicio del terror,
en el perfeccionamiento del mal.
Yo, que me hago un flaco favor
hablando de política,
poniendo en el verso
cuestiones tan alejadas del sentimiento
o del Arte…
a todos digo,
tras disentir con el progresismo capitalista,
cuando no demócrata o budista,
en ocasiones conservador,
de ultraderecha marxista,
entusiastas de Bakunin,
detractores, comunistas…
digo a todos, a todos digo:
¡Yo soy el eje del mal!
- Autor: Raúl Voltavayeros (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de marzo de 2022 a las 08:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Gelzaros
Comentarios1
Este poema es parte de mi libro Espantapájaros. Pueden leerlo gratis en https://es.calameo.com/read/006797061b84402d936e5
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