Es tan extraña esta sensación, parece que estamos dentro de una pesadilla colectiva. Las personas se mueven y parecen sombras que giran, hablan pero no entiendo de dónde provienen sus voces, se difuminan sus rostros.
Puedo comprender que la muerte es así, algo se ha terminado para nosotros los vivos, pero ellos, los que se han ido, tan solo comienzan su recorrido. Quisiera estar ahí contigo, pero comprendo, que nos ha tocado a nosotros seguir vivos.
Tú, yo, nosotros, tan atados al mismo destino, amarrados por los brazos y tobillos, unos con otros como esclavos fugitivos. Tú que ya no estás en este mundo tan perdido, qué dolor y que alivio.
Tan solo tengo mis lágrimas que no cesan, y como arena mojada mi piel espera la calma, que pare la lluvia que se ha desatado.
Espararé por las hojas verdes, que crecerán en mi jardín, a una le pondré tu nombre y estarás por siempre en mi.
- Autor: Eli (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de marzo de 2022 a las 12:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, Sierdi, rimas
Comentarios2
Muy bonitas letras querida niña me gustaron abracitos
Eso es en esencia una factible teoría,
de pronto reencarnamos en lo que es nuestra más preciada preocupación, por supuesto, que tenga vida.
Pero a los seres sin consciencia ni corazón les corresponde reencarnar en una roca inerte, insensible y fría.
Se me ocurre este comentario, la causalidad no es cosa sobrevenida, estoy preparando una cocción a la que le agregué un toque de orégano, pues el laurel está muy lejos de mi vista.
Saludos cordiales.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.