No lo sé de seguro,
acaso en el rincón del mundo
Dios te creó con su lágrima desnuda,
con tu cabello de absoluta penumbra,
tu rostro en metáfora alucinante.
Tus senos colmados de vida,
tu abdomen como ritual de susurros
del tiempo vespertino de lo amoroso.
Tu espalda, nostalgia de ángeles
que pasearán en tus lunares distantes
y cercanos, igual a constelaciones
que marcan caminos
y hacen ciudades espaciales.
Tu cadera, tu vientre,
un oleaje blanco de sensaciones,
sentimientos y evocaciones.
Tus brazos, tus piernas,
noche de estrellas inspiradoras,
día sin nubes.
¡Ahora ven, acércate!
Con tu cuerpo mojado,
tu cabello ocultando
los excitados pechos
y el ombligo de presagios.
¡Ven!, ofréceme tus manos
quiero que palpen a mi alma,
mi ángel en mis labios.
¡Ven!, no te detengas,
abraza este cuerpo existencial
y prométele una noche
entre sábanas tibias.
Deslizándote,
apretándote hacia mí cuerpo
Deslizándose,
apretándose hacia ti.
Vamos a hundirnos
hasta la misma muerte,
démonos muerte misma
con los sentidos encabritados
mientras bebemos: ¡Tequila!,
¡ron!, ¡cerveza!, ¡ginebra!,
aquí, en plena calle de los amores.
Por: D'Valencia Tobón
- Autor: D. Valencia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2022 a las 22:58
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, David Arthur, Martha patricia B
Comentarios2
Un oleaje de bellos de preciosos versos... de fuego, pasión y la insolencia que dicta el amor en bellos versos.
Un placer conocerte, joven apasionado. Tus letras desbordan pasion. Versos bien logrados expresan el amor agitado cuando se lleva por dentro bien amarrado. Muy bueno leerte. Un abrazo. Seguimos en contacto.
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