**~Microcuentos XIX - Vieja Vida~**

Microcuentos XIX (6)

1. La Gota de Lluvia

Había una vez una niña llamada Lluvia, y de repente, le cae una gota de lluvia en su traje color rosa. Y la gota de lluvia tiñe a su traje de color rojo. Cuando, de repente, se vé distraída y todo su traje se tiñe de color rojo por la lluvia. Y ella decide en ser como el color rojo de la manzana.

Moraleja: “No todo siempre es como debe de ser”.

1. La Abeja Perdida

Había una vez una abeja perdida después de recolectar el néctar y nunca más regresó al colmenar, sino que decide en crear un nuevo colmenar, y sí le fue muy bien.

Moraleja: “No todo es como siempre queremos ser”.

1. La Puerta Cerrada

Había una vez una puerta cerrada, la cual, da mucho miedo y temor, porque cuando

se abre la puerta asusta mucho. Y es que se vé un monstruo y Juan decide abrir la puerta y para siempre. 

Moraleja: “Si el éxito es así, pues, es mejor abrir la puerta y para siempre, y aunque te de temor y miedo sobrepasar el momento”.

1. La Vieja Casa

Había una vez una vieja casa, en la cual, al entrar cruje la puerta y las ventanas, y María, decide nunca más entrar ni habitar a la casa por encomiendas de la vida, y porque en realidad le da miedo esa casa vieja. 

Moraleja: “Si el miedo entorpecerá el éxito, pues, toma otro camino”.      

1. La Araña en la Telaraña

Había una vez una araña en la telaraña tejiendo la telaraña de seda, cuando de repente, viene un mosquito y se lo traga la araña. Y, sí, el mosquito cayó en manos de la telaraña y más en la boca de la araña y la araña en la telaraña descansó, pues, había comido bastante bien.

Moraleja: “Recuerda caer donde el éxito irrumpa en aciertos y si fracasas recuerda que no hay reverso sólo aprendizaje de vida”. 

1. La Mariposa

Había una vez una mariposa y vé el jardín hermoso y lleno de muchas flores hermosas, cuando de repente, llega un huracán y destruye todo lo hermoso del jardín. Y la mariposa emigró a otro jardín, pero, en realidad fue lo mismo.

Moraleja: “No todo es siempre hermoso y perdurable”.    

Vieja Vida

Tormentos voluptuosos de iras y de amores,

yacen en la penumbra de los dolores,

cuando me atormenta la vieja vida sin rencores,

y si me dejas vivir más sabrás de los inocuos amaneceres,

vieja vida es lo que me has dejado,

un tormento en frías emociones,

cuando un beso queda en lo más hondo,

y si son viejas vidas las que me has dejado en ricas atracciones,

caricias de iras insolventes,

los que la vida me ha dejado en un tropel,

de cosas más viejas como el ritmo de unos violines,

vieja vida y de fallidos desenlaces,

los que me has dejado como un oropel,

y vestida de perlas negras en un azabache vestido,

grito ensordecedora vida un grito irreverente,

y con demasiada eficacia me has hecho ser un ser disolvente,

de cosas viejas que con el ánimo y la vieja vida,

se hacen como de costumbre,

de un sólo desastre en la ira insolvente,

de tener una vieja vida para poder vivir más y sin ser más herida…