Me topé con sus ojos una tarde de viernes
Ausentes de lágrimas, su llanto incesante
Solo había reflejo de miedo, tristeza, vacío
Desvalida y abandonada a su suerte
Acompañada de aquel ángel de la guarda
Que hacía de su boca, sus manos, sus pies
Al tiempo que su cuerpo de mujer se desangraba
Se derramaban también sus esperanzas
Aquello que portaba ingente en sus entrañas
Nunca llegará a conocer la luz del sol
Se estrelló su juventud de veintitrés años
Al pisar la tierra del maná prometida
Su apellido impronunciable, su nombre Natalia
- Autor: Isabel Beltrán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2022 a las 07:05
- Comentario del autor sobre el poema: Más que un poema esto es un relato de la chica ucraniana refugiada, que atendí en la maternidad donde trabajo
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Mauro Enrique Lopez Z., Trovador de Sueños ...y realidades., Malen Tendido, Kapirutxo
Comentarios2
Llega directo, compañera. Profundamente llena y se siente ese dolor, esa guerra debe acabar ya.
Saludos cordiales, paz y armonía para tu camino.
Como ella hay tantísima gente sufriendo, que se parte el alma. Gracias compañero🤗🤗
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