Vileza allanada, en tu sendero
omitido, crueldad anticipada:
siempre hordas de ciudadanos,
bien vestidos, empacados, anuncian
debilidad y un reino ficticio. Qué
atropello infrecuente es este?
No, sólo son las salivas de los dioses
magnos. Las perniciosas y ambarinas
derrotas fundamentales. La muerte,
la vida, en consonancia, se alían,
y me devuelven, triste, el corazón
extirpado. Sólo son razones y motivos,
amor derrocado. Y en los labios,
ese singular rastro, que muestra sus vestigios-.
©
Comentarios3
No descansarán nunca amigo Ben-.
ese es nuestro suplicio.
Bonitas letras.
Un abrazo
Muchas gracias Antonio, un fuerte abrazo, gracias por tu presencia alentadora!!
Tus letras .. un clamor en metáforas muy bueno......esa arcilla vulgar y corrompida nos persigue Ben ...hoy descargaste un golpe ..pero que no te toque amigo ...Abrazo
Yo no digo, y no lo digo por nada , sino sólo de pasada, más que abundantes tonterías; aún así me alegra que existan personas tan receptivas y comprensivas con lo que digo. Muchísimas gracias Lale, un abrazo!!
Crudas e impactantes imágenes, pero no por ello menos certeras. La realidad es la que es, por mucho que intentemos dulcificarla. Me ha gustado tu poema en el que destaco la fuerza expresiva.
Un abrazo.
Gracias Gonvedo, un abrazo fuerte!!
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