Se abre el suelo y no hay silencio. Caída lenta que suena a trueno y huesos rotos. Huesos quebrados a golpes, y luego... nada. No hay dolor, ni miedo, ni aire que el pecho llene, nada. Y ya no eres, ni estás, ni sientes. No ves alrededor las luces ni la gente. No ves tu cuerpo tendido en el suelo. Imposible contorsion. Y ni ángeles, ni demonios, ni luz, ni fuego eterno. Y ya está. Hasta aquí llegaste. Y se acabó. Nada.
- Autor: Miss Titanium (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de marzo de 2022 a las 09:24
- Comentario del autor sobre el poema: Con todos mis respetos a quienes crean diferente.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Huertes Lacalle
Comentarios1
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