Ayer te vi. Estabas sentada, disfrutando de la tarde junto a un poema extraño,
Te mire sonreír, beber, brindar y caminar por todas las metáforas de tus playas.
La tarde quiso ocultar tu imagen acompañada, que no estaba a la vista de los celos.
Siempre supe que eras prohibida. Que tus letras tenían derecho de autor.
Se perfectamente que no escribes para mí, que Él, llego a tu vida mucho antes que mis poemas. Que tus escritos me pertenecen la mitad y yo los expropio. Que cada día esperas mi contestación. Nosotros inventamos ese idioma críptico, esa media partencia de nosotros que por ser mitades abarca nuestros sueños y aspiraciones y da sentido y pertenencia.
No fue una casualidad nuestro encuentro, fue una jugada del destino, entretenimiento de los dioses, que ordenan y escogen corazones donde habiten las diabluras, que en sus santas vidas no pueden hacer. Por eso te escogió ajena, prohibida, con derecho de autor y tus versos como vaso de agua refrescante para saciar y refrescar mi vida en este desierto.
Siempre supiste que seguía los trazos en tu poemario, que me alimentaba de tus versos,
Que los necesitaba y necesito cada mañana, para confirmar que sigo en tu cielo, que sigo siendo ese pensamiento prohibido que le da sentido y pertenencia a tu vida, que le da la tinta a tu pluma y ese respirar a tus poemas. Sigo siendo quien aromatiza lo que escribes
No me entristece ni inquieta que estes con Él; su compañía, ni la fortuna de tu risa, Sé que eres mía, que soy de ti, que cuando a solas estas, vuelves a escuchar mi voz, sientes mis manos peinar tu alma. Ése mismo deseo de arrojarte al mar y apagar el fuego de tu cuerpo que invade tu solitaria compañía cuando se va Él y te quedas conmigo, con mis letras.
Se muy bien, que a veces nuestros versos se juntan. Las mañanas nos acercan y las aguas nos hacen navegar, erotizamos el momento, texteamos con el amor de papel, hacemos de un segundo el lecho de nuestra suerte; un encuentro, que se da, pero ÉL, se interpone entre los acordes de la canción y la música que esta vieja guitarra, exhala como llanto.
Nunca me ha gustado el amor posesivo, sin embargo, debo reconocer que el tuyo es mío,
Sin mi tu verso son solo eso, letras que todo mundo elogia, pero nadie entiende. Pero mis versos, que conocen el recorrido de tus letras desde antes de pisar el papel, ya están encontrando respuesta, suavizando sus enojos y despertando tus ansias de mujer.
Te vi reír. era una risa blanca, tierna de agradecimiento. Té veías contenta; pero no feliz,
Como esas noches en la intimidad de tus letras, cuando ríes con ese placer morboso de mis letras y me pides mis alas y vuelas. Atraviesas mares y desiertos, solo para estar un momento a solas, en la fantasía de mis noches y depositar un beso en mis ansias y decirme despacito … te leo poeta, te leo … sigue navegando, ya estas por llegar.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO
- Autor: lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de marzo de 2022 a las 09:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
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