Hay una guerra que al humano no le estorba.
El conflicto de la rabia, que se instala como fuego que devora veloz.
Y el vendaval, que se esconde dentro del cráneo, la atiza, de forma agresiva, dentro del pecho.
Puede quebrar huesos y despedazar pieles
pero dejar el exterior intacto.
Porque el ego la endereza con etiquetas que doman la hoguera y normalizan la violencia que arde en los ojos.
- Autor: gis.pertw (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2022 a las 14:37
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Sierdi, alicia perez hernandez, Noemí Silva
Comentarios1
Es la eterna batalla del otro yo interno, ¿y por fuera? Tranquilos frescos como lechuga..
Muy bueno.
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