Los primeros de abril
trasegaban efímeros y taciturnos
soleados o lluviosos,
solos o acompañados,
con y sin pena,
con y sin gracia.
El tiempo discurre
y todo cambia,
ya no importa si son
soleados o lluviosos,
los primeros de abril,
siempre están acompañados
y siempre tienen gracia.
Quien prolonga mi existencia,
va creciendo sin parar,
porque la vida continúa
conspicua, rebelde, ambiciosa,
blanca, verde y gris,
con lágrimas, sonrisas y carcajadas,
con afanes y lentitudes,
pero siempre con amor.
Dejaron de ser,
los primeros de abril,
un día más,
para convertirse en el día aquel,
en que la noche no es oscura,
en que el calor o el frío
no se sienten y en el que,
aún en la distancia,
se celebra el hito, vertiginosamente.
- Autor: Thor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de abril de 2022 a las 00:01
- Comentario del autor sobre el poema: Para Zara Nahid en su natalicio.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 33
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