Supongo que ya no te envío mis poemas,
Pues no me urge tu aprobación
Más de lo que me hace falta la sobriedad.
No llevan mis penas tu nombre,
Ni tu ausencia me desvela en la noche.
En los bares ya no hablo de ti,
No me sangran las manos escribiendo tu nombre
Cuando un nuevo amor me guiña
Me regaló con cierto recelo,
Es mejor una noche en compañía
Que una noche de soledad
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.