Tengo témpanos y un odio instintivo
ese suculento secuaz de los movimientos
ese grano purulento la lengua de los pájaros inaccesibles,
bosques de impenetrable belleza, donde
fósforos y frondas se confunden, arden como en
la mente de un José o de un Buda.
Tengo carpetovetónicos juramentos,
ese ídolo del advenimiento intranquilo,
donde duermen las avenidas su largo solsticio,
el invierno imperial de las mesetas zaragozanas,
tengo todavía ese hilo dental.
Tengo aves que migran asolándose mutuamente
himnos de injertos fértiles, de agua reposada,
de savia descastada, de ecuestre cintura, perfumada.
Oh cabreado dios de las secciones faraónicas!
Cuídate mucho de opinar sobre mí-.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2022 a las 00:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Ben-., Tommy Duque, migreriana, Gelzaros, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Antonio Miguel Reyes, Martha patricia B, Lale Neda, David Arthur, SOY.-
Comentarios6
Letras surrealistas que fluyen de forma espontánea quedando bien en el poema
Un abrazo
Gracias Antonio. Un gran abrazo!!
Tu pluma hoy con ideas que arrastras siempre rebosante en tus manos....Abrazo
Rebosssan sí. Gracias sabrosura. Lale un abrazo Fuerte!!
Siempre eres profundo Ben
Un abrazo
Muchas gracias Maria. Un abrazo.
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