Imagina aquel día, aquella mañana que te levantaras y que por casualidad te encontraras con un verso mío escrito solo y especialmente para ti. Que dejaras tus afanes y te subieras al carrusel de mis letras y ellas te llevaran, te trajeran a donde estoy, que te llevaran a mis mejores sitios, donde siempre te espero, desde donde te escribo y donde sueño que un día vendrás o iré.
Yo he descubierto que los genios se han cansado de vivir encerrados en una lampara y los mensajes SOS, no siempre están en una botella. También están en una canción; en las notas tristes de los acordes de mi guitarra. Yo he visto como salen de mis notas y en lenguaje entendido me conceden un deseo o me traen un mensaje a alas orillas de esta noche.
¿Vos recordás, cuando preguntas, para que escribo si no lo voy a publicar?
Es complicado comentarte del genio que vive en mi guitarra. Esta ahí porque no me ha concedido los tres deseos, el hecho que tu hayas venido esta noche al café nocturno, esperar el amanecer desde mi terraza y cantar para ti, mientras mi perro se acurruca en tu lecho, es solo el primero.
Un deseo concedido por mi genio es muy similar a un milagro laico, ya que sucede, aunque no se pueda explicar por las leyes de la naturaleza para los hombres de ciencia, aunque los poetas no se lo atribuyen a un ser superior. Sucede, yo he visto como mi deseo sale de mis canciones y se convierte en orden y el genio de mis canciones vestido de poema lo hace posible.
Ahí está la respuesta, no escribo para publicar, es solo el ropaje que usa mi genio para llegar a donde está la destinataria, la exacta, la precisa. Fue como llegaste hasta mis orillas salvadoras aquella noche al cerrar el café. Yo cantaba aquella parodia personal a la canción de Amaury Pérez y tu apareciste como milagro abonando la mitad de un deseo de mi genio. ¿recordás?
Un día, cuando el otoño se esté apagando y este llegando la última fase de mi invierno, hare una selección de mis mejores poemas, pondré nombre a cada cana de mi cabeza, pondré señales y estaciones a las arrugas de mi cara, para que todo aquel que visite mis despojos, sepan porque cielos anduvo batiendo sus alas el quetzal y cuales arboles amenazan su libertad.
Desde la primera mañana que vi tu foto en pantalla, supe que Tú eres, seguí el rastro de tus letras, busque hacerme presente en tus letras, mande mil mensajes, me senté a esperar al final de la fila de todos tus admiradores, pero como es la vida virtual, se es amigos de todos y de nadie, algunas letras tienen cara. Yo solo letras, sin perfil ni foto, pero un genio como interlocutor.
Cuando estoy triste canto canciones de Nicola Di Bari, cuando el corazón está de fiesta a Serrat. Hoy estoy en espera de mi segundo milagro, deje de rasgar las tripas a mi genio, sigo recostado en mi sillón principal, en posición fetal y mi perro en mi costado, lamiendo la ansiedad de esta espera. Te pido que ¡vengas ya! Hazlo por la poesía; yo estoy impuesto a esperar, como gato en el tejado.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO
- Autor: lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2022 a las 09:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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