Oh, mi bella Dama blanca, no creas que, por tener mi corazón perdido en un amor imposible, me he olvidado de ti.
Sabes que día a día te espero, que en mis noches de soledad te añoro, ven a mí que esperó por tu dulce beso mortal.
Siempre tengo el consuelo de saber que llegarás a aliviar este amargó tormento y qué me llevaras contigo al fin.
Que más debo esperar si ya no hay para mí, esperanza, amor, deseo y menos lealtad o compañía, solo tu consuelo.
No demores más, mi añorada señora, dame la oportunidad de pasar a ser un suspiro, solamente un recuerdo para ella.
Mi dama blanca, ayúdame a estar en el lugar donde por la eternidad vele, por mis seres amados, sin que ellos me sientan.
G3
- Autor: Tavog3 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2022 a las 00:01
- Comentario del autor sobre el poema: Ya solo me queda ella y mis escritos
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 44
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