Azúca y sal
Lágrimas blancas Maribel derraman mis ojos,
Lágrimas porque del brazo te llevo al altar.
Mi corazón siente alegría y sonrojos
Y con quien quieres, tú te vas a casar.
Que seas dichosa es mi mayor ilusión,
Porque hija mía aunque te hayas casado,
Siempre tendrás en esta casa ese rincón
rincón que estará sin ti triste y desolado
Dos esbeltas flores en este jardín he criado
Junto con esa hermosa jardinera que quiero
Y no encontraré otro jardín tan bien cuidado
Aunque recorra los campos del universo
Que sepáis crear vuestro plácido jardín
Con toda la fortaleza de vuestro amor
Y luchar para que todo esto llegue a buen fin
por que tendréis en él, días felices y de dolor
Lágrimas dulces y amargas estamos derramando
Dulces, porque abandonas el nido de blanco
Amargas, porque solos nos estamos quedando
Mi jardinera y yo, sentados en este banco
G.J.Pavón
- Autor: EL DITERO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2010 a las 15:22
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando se casa una hija, los padres sentimos alegría y a la vez tristeza, alegría por que la ilusión de los padres es ver a su hija casada y feliz. Tristeza, por que se va.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 77
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