Debajo el velo
estaban sus ojitos
tan inocentes.
Ojos de niña,
princesa enamorada
de viejos cuentos.
Vuelve el pasado,
la infancia con su magia
y aquellas tardes.
La primavera
mostraba margaritas
y golondrinas.
Había niños
jugando en los jardines
de los colegios.
En el recreo
las voces animaban
con gran jolgorio.
En los rincones
quedaban, aparcadas,
tantas lecciones.
Eran los juegos,
las voces y las risas
lo que surgía.
Y allí, tus ojos,
preciosos, destacaban,
bajo los cielos.
Y yo los vi
y alegres me miraron,
para atraparme.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2022 a las 13:28
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
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