Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
No pienso escribir mas nada aqui
De hecho no lo estoy haciendo
Solo estoy pensando porque sí
Fué sin intención, lo siento
Por ti y por mi mismo, por lo menos
Que por sentir estoy yo yeno
De rayos y truenos, pero entre eyo
Lo bueno, lo cual me cayo
Ten claro que no hay nada secreto
Y que con un beso solo tuyo
Un nuevo firmamento fundo
Para darte como obsequio
El arte que hasta conquistarte creo
Y suelto a un mundo imperfecto
Donde los sueños son lo último
Y lo primero es el puto dinero
Por eso preciso sacar cabeza
Aunque sea un poco fuera de la mierda
Y comprobar si alguien mas piensa
Si es real la inteligencia humana
Si la ausencia es superada por el alma
Si de verdad aun quedan esperanzas
Y así solamente palidecer la Luna
con piedras solares cargando sobre los hombros
y enredaderas en el rostro como marcas
de besos sicodélicos, hasta la comisura
de un labio rojo, abrir todos los ojos
y ver que se oculta tras esa blanca cara
profundísima, cuya mirada innífuga
vacila instantes, una alma ilusa, mi musa,
tambaleante yama ante la yuvia que cae
ya, tan diminuta, insignificante casi
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