La herida, la dejo
aquí en lo bajo
donde la vida
es más que un intermitente recuerdo,
y el hastío de golpearme, doler
y ser solo una ceniza
que se esparce
en el gris de este país,
caído en mi abandono,
te dejo la vanagloria
de los dignos superfluos
y ya acabame los pulmones
antipáticos con el aire
cantores del mismo son,
quitame este Do Mayor
aferrado al triste atraco
de un niño abortado
al garete de su grito.
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Autor:
José Alberto Montoya (
Offline) - Publicado: 9 de abril de 2022 a las 20:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
Offline)
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