Llegan, llegan y llegan
No paran de hacerlo
Se sueltan y descarrilan todo... absolutamente todo
La fuerza para mantenerlos en cada una de sus jaulas no es
suficiente y rompen nuevamente aquellos pobres y tristes
candados que son sujetados con la más alta melodía posible.
Se rompen a causa del vacile y la baja de tal melodía.
Entonces el momento ha llegado, el retumbe de la melodía no
es suficiente, y aquello dentro de la testa golpea y golpea.
Así llegan las humanidades versando el incontenible titilo procedente
de la testa, pero no es suficiente cuando estas se trastocan y ya la
guerra dentro de la testa se ha lanzado a consumir todo.
El malsonante se rompe y en un vago intento de salir de ello
se pierde, se pierde en sí mismo.
Difiere dentro de sí mismo, se ensueña y es difícil sacarlo.
En caso de que vuelva a emerger no será por mucho
¡Imposible que sea por mucho!
El juicio se pierde en el dispense de la totalidad
Pues la falta de tráfico de cavilaciones incita a la falta de
sueño a bailar y a costa del malsonante estas disfrutan.
Y por más propio que sea, la pupa es la misma.
Siempre la misma.
- Autor: Plesia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2022 a las 20:57
- Comentario del autor sobre el poema: La forma que tome el poema depende de cada persona. Al terminarlo me di cuenta de que tienen muchas maneras de entenderlo, por lo que usted crea, estará totalmente bien. Generalmente, la palabra "malsonante" es un insulto vulgar, pero cuenta como un sinónimo de individuo, por lo que en este poema se lo toma de esa manera. De igual forma, la palabra "humanidades" se utilizará como letras, pues al igual que el anterior cuenta como sinónimo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Lualpri
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