Bandera blanca

Francisco Villa

Llevo una bandera blanca
tatuada en mi vencido corazón;
quiero detener el fuego
cruzado que me nubla la razón.

Guarda tus infectos dardos, 
desecha ese veneno cegador;
vuelvan mensajeros, vanos
sirvientes del ejército traidor.

Cartas en la mesa cantan
un canto de perdón y de verdad;
mientras las palabras vuelan
llevando a todas partes la maldad.

Llevo una bandera blanca,
mas puedo ver las tropas desplegar
bombas en la tierra herida,
misiles que se elevan sin cesar.

¿Ves la mancha que se expande
como una alberca que se congeló?
Basta de sumar aliados,
si la batalla inútil terminó. 

Hoy no sé si soy tu amigo,
o el arma que engendró la división;
huelo una tensión presente
en toda la extensión que me rodeó.

Llevo una bandera blanca,
manchada con la sangre que perdí;
nadie puede conformarse
si insiste en despreciar y en agredir.

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