Un brinco pega en mí sobre la acera
mi corazón de hierba madreselva.
Un dulce germinar en la pradera
me vuelve más salvaje que la selva.
Las normas que registra aquel lucero
Es ampliamente solo de lo incierto.
Infierno, lluvia y cielo el aguacero
se queda en el camino, libro abierto.
No creo que la muerte y su final
corrijas los errores de lo escrito
fue dicho por un hombre original
muriendo, yo a las pruebas me remito.
La arena del desierto fue su lecho
cuarenta días ayuno y predijo
es gloria de un camino el de tu pecho
si te amas a ti mismo como el dijo.
Por eso soy salvaje yerba buena
por eso yo no creo en los mandatos
Me siento como en la última cena
quedando para siempre en los retratos.
- Autor: catia-love (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2022 a las 07:40
- Comentario del autor sobre el poema: poema para JESUS PARA LAS PASCUAS
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: José López Moreno.
Comentarios3
Me entusiasma la creatividad y la conjunción de imágenes que florecen alrededor de tu poesía. Abrazos
Muchas gracias ahora lo pensaba grabar, abrazos.
Le agregué el recitado.
Poema que llega muy adentro.
Saludos
Muchas gracias por tu amable comentario Moreno. Abrazos.
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