Era la noche
Su última noche en la cena.
El niño cortó los blancos racimos
en la noche de la cena,
Las doce estrellas oscuras
en la noche de la cena
se sentaron en silencio
en la noche de la cena;
fue una mesa su destino
en la noche de la cena.
Cuervos sin dientes volaban
en la noche de la cena.
Cabalgaba la muerte en pies de cerdo
en la noche de la cena,
La paloma trajo vientos de escarcha
en la noche de la cena
La luna pintó sus ojos de sombra
en la noche de la cena.
El pan entre jirones desgajados
en la noche de la cena
El vino inmaculado del desierto
en la noche de la cena,
La misión mortal y eterna encomendada
en la noche de la cena,
La sangre derramada por el mundo
en la noche de la cena,
La fe puesta al carbón y al estipendio
en la noche de la cena.
Silencioso perfume de agonía
en la noche de la cena.
Siente en el corazón el abandono
en la noche de la cena.
¡Qué dirá el viejo canto de los libros!
de la noche de la cena:
Qué Dios bajó a comer entre los hombres
en la noche de la cena,
se dio con gratitud en sangre y hueso
en la noche de la cena.
Se lo llevaron en cruces de plata
en la noche de la cena
Ha muerto un hombre justo
en la noche de la cena.
¡Qué dolor aquella cena!
La noche de la cena,
breve y solitaria cena.
¡La noche de su muerte fue en la cena!
- Autor: David Nardos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2022 a las 20:11
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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