De la raíz del árbol,
de la palabra ungida
estás naciendo.
Como un animal herido,
despiertas al mundo
y amaneces
al tiempo que la rosa
crece en su hermosura.
Llegas con la luz
-la noche herida
por un ladrido o un beso-
hasta mis párpados oscuros,
donde el alba muere
en la soledad de mis pupilas.
La frente abatida
de tanto mar llorado.
Bajo tu pecho,
el corazón arde
como carbón celeste.
Arteriales ríos
recorren tu piel como un incendio.
Dame,
antes que la memoria muera,
el beso que devuelva
la sangre a mis labios.
- Autor: Gonvedo ( Offline)
- Publicado: 18 de abril de 2022 a las 19:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Lale Neda, WandaAngel, alicia perez hernandez, David Arthur, María C., Alexandra L
Comentarios4
Bello ...antes que la memoria muera ....Abrazo del alma
Hermosos versos, placer leerte...
Saludos fraternos...
...Dame,
antes que la memoria muera,
el beso que devuelva
la sangre a mis labios......
Hermosas letras José Ramón
Un abrazo amigo
David
Ya sabes que opino, profundidad palsmada como es habitual en ti
Una abraçada
Ta llueu
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