Eterna Cruz
quien en sus brazos rendidos se abate
pone fin al conflicto, guerra,
interno combate
y acérquese así a la respuesta
de una pregunta no formulada;
siendo flecha, martillo y espada
Ser flecha
es encarnar la entrega de pleno
la mano libera al clavo terreno
los brazos renuncian a la vida mundana
erigiendo la flecha, y la flecha es diana
Ser martillo
es emitir la vibración esencial
creador y creado vuélvanse igual
viviendose uno expandido y maravillado
no distingue su amor
del Amor del Amado
Ser espada
Es habitar lo Real observando lo falso
el paso que no deja huella
es paso descalzo
¡Pobre el alma que vive
aferrada a sus clavos!
Viendo sus sufrimientos perpetuados;
Mas pobres aún los llamados
que sabiéndose dignos
¡Aprietan las manos!
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