Como en un cuento de hadas,
apareciste en mi camino,
buscando ser la Caperucita de mis sueños,
y yo el Lobo Feroz del bosque.
Y no por ir a buscar a la abuela,
en su cabaña lejos de todo,
apareciste de la nada, como visión,
y entraste en mi vida, bella aparición.
Pudiste ser la Cenicienta en el baile,
o pudiste ser Alicia de maravillas,
La Bella durmiente del Bosque,
pero quisiste siempre ser Caperucita.
Tantos sueños infantiles tan lejanos,
que ya con nuestra vasta experiencia,
buscando yo siempre, a la bella princesa,
y tú, sin fortuna, a un príncipe valiente.
No encontraremos, tristemente,
en lo que nos queda de vida,
ni a la princesa encantada,
ni dragones tan malvados,
ni a la madrastra maléfica,
ni a un príncipe guerrero,
y difícilmente, el castillo encantado.
Solo, y con fortuna, te encontraré a ti,
con todas tus muchas virtudes,
con todos mis muchos defectos,
ni seré nunca, el príncipe valiente,
ni tú serás la princesa enamorada,
solo seremos dos seres que han vivido,
la vida como han gustado y querido,
pensando encontrar en nuestros sueños,
quien nos brinde dicha y alegría,
tratando de hallar solo amor.
Caperucita, te doy gracias por estar,
en mis sueños más bonitos,
en mis deseos más prohibidos,
prometo no ser un Lobo Feroz,
solo quisiera robarte un beso,
y perderme en tu boca de princesa,
decirte cuanto te he buscado y te quiero,
y que, por ti, donde sea,
seré lo que tú quieras.
- Autor: Arvela (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de abril de 2022 a las 14:21
- Comentario del autor sobre el poema: MCR
- Categoría: Amor
- Lecturas: 44
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