Que mi piel se eriza cuando me toca, no tengo dudas. ¿Pero cuando fue la última vez que me toco?
Que mi corazón retumba y una risita nerviosa sale cuando siento su respiración, no tengo dudas. ¿Pero, cada cuanto puedo gozar de ese momento?
Que me gusta cuando me abraza en la noche, y me aferro a su mano. No tengo duda. ¿Pero, cuando fue la última vez que dormimos juntos?
Que me gusta cuando su lengua se entrelaza con la mía en ardiente pasión. De eso no tengo duda. ¿Pero, cuando fue la última vez que tuve acceso a esa posición?
Que me encanta cuando su mano danza sobre mis costillas y juega en mi vientre. De eso no tengo dudas.
¿Mi duda, cuando dejó de ser?
¿Cuándo todo eso se perdió?
¿Cuándo se esfumó el amor y la pasión?
Somos dos extraños habitando el mismo ambiente.
Dos infelices incapaces de romper una unión.
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