Yo moriré,
pero habré de llevarme este instante siempre.
Este silencio recluido en los tejados,
estos pájaros que cantan por placer,
estos murmullos que disuelven las calles
y ceden su voluntad al borne
ante la gravedad del universo.
Y mientras tanto,
con la levedad del que solo transita,
me quedo quieta,
aspirando el breve perfume de la impermanencia,
como el que aprende a perderse en la belleza,
envidiando el secreto de la montañas.
Así presumen ante mí todas las cosas.
Viéndome marchar, suavemente.
©BelinaFernandez-2022
- Autor: Belina Fernández ( Offline)
- Publicado: 26 de abril de 2022 a las 20:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: César C. Barrau, Mauro Jesús (mallito), Classman, Antonio Miguel Reyes
Comentarios1
Bonito poema.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.