La veo al fondo,
bajando la calle Hernando Colón,
ahí va llegando, majestuosa,
recuerdo vivo del pasado andalusí,
con su arco de herradura festoneado
de mocárabes y arabescos de todo jaez.
Subo para asomarme la escalerilla,
esa donde se reunían los comerciantes
allá por las lejanías del medievo
cuando todavía no existía la lonja.
Cruzo el pasillo hasta el umbral
y me aproximo a la reja que antecede
al patio de los Naranjos, es primavera.
El olor a azahar penetra cada uno
de mis sentidos, me retrotrae a un tiempo
imaginado, no vivido, a través de tantas lecturas.
Ensancho las narinas para que todo el aroma
que puebla el aire entre en mis pulmones
cual si fuera un vendaval diluviano;
me demoro en la contemplación de la maravilla
arquitectónica, la disposición geométrica
del naranjal y el salpicar incesante de una fuente,
fuente que rumorea en mis paredes pero inexistente,
fuente que de seguro vio San Fernando antes
de demoler la mezquita y convertirla en pasto de catedral.
Me quedé un rato —no acierto a recordar el minutaje
porque no se medir lo eterno. Una vez seguro
de haber absorbido toda la esencia que me envolvía
doy media vuelta, encaro la calle precedente y arranco
a andar hacia la realidad de un reloj que se paró
por un instante, un instante que fue épico, un volver...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2022 a las 07:39
- Comentario del autor sobre el poema: La Puerta del perdón es el único testigo visible desde el exterior de la antigua mezquita aljama de mi ciudad. Durante al menos la edad media tardía y desde ahí en adelante sirvió de andana a los huidos de la justicia, una vez arrepentidos en sagrado de los pecados cometidos.
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios2
He aquí que leo al autor de los momentos vividos, antes aprendida en libros, constatado in situ; es la espiral de la escritura, la lectura, cultura.
Un abrazo Albertín
Así es Carlos. Buen día.
Me fui de viaje en este poema, ya que en mi transito rumbo a Marruecos, anduve por esos territorios cuyas paredes y puertas, cuentan historias de dos culturas que se volvieron una. Magia hay en cada calle y en cada patio pletóricos de azahares y música gitana. Gracias poeta, por este viaje a los recuerdos...Saludos.
Gracias a ti Raiza. Un abrazo,
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.