Y la noche me consume
con un sol invisible,
con unas manos
que danzan en el aire.
Me atenazaba,
como un triguero que vuela
y regresa a su rama.
Nunca me perdí en caminos ajenos,
tú eras el camino que yo recorría.
Vagué, como una luz flotante,
clara e hiriente,
como un cometa lento,
que surca la tierra, no los cielos.
Pero fue tu voz,
y el susurro de mi alma dormida,
la hoz que cegaba lo verde,
el viento sutil
que acariciaba la mañana,
la estrella intermitente
que enviaba señales
a través de mi ventana
y más allá de los horizontes
que acechaban.
Fue la lluvia,
que en la pupila de sus gotas
hablaba del presente;
el sol del mediodía
y un relente suave que surgía;
hablaba y prendía el rojo carmín
que tus labios afilaban,
penetrando mis sentidos,
mi piel y mi mente...
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2022 a las 15:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Aliscrist ✨
Comentarios1
Gracias poeta,
Hermosa manera de describir el amor y el deseo de lo amado. Saludos.
Muchas gracias Raiza.
Un abogado abrazo!!
Gracias poeta...igual para Ud. Mis respetos y admiración.
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