Fue en una tarde
que hicimos la magosta
de las castañas.
Tarde de otoño
de un día soleado
y muy precioso.
Fuimos al monte.
Subimos sus laderas
hasta la cumbre.
Allí soñamos,
hablamos de mil cosas
y hasta cantamos.
A la bajada
formamos una hoguera
improvisada.
Y así recuerdo,
la tarde y la magosta
con los amigos.
Fuimos felices,
soñamos y reímos
de mil maneras.
Éramos jóvenes,
teníamos el mundo
a nuestros pies.
Y nos juramos,
cariño y compañía
en la amistad.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2022 a las 08:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 28
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