Precintada la noche
Y con un balcón con orientación al mar
Hoy se hace, sin duda, de rogar
Una actitud sin reproche
Siempre con buen aliento e inspirado
Otorga un amor que no adolece
Pues es puro calor y dador que ofrece
El corazón a sus allegados
Sembraron dolores incorporeos
Y el ayudó con festín apaciguador
Notaron en su senda huellas de un fuerte ardor
Resultado del perdón que han pronunciado
Y así se pasa la vida entera
Gestionando emociones de compañeros
Su virtud vale mucho más que el dinero
Y sus hazañas son proezas verdaderas
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Autor:
Pedro Antonio Borges Rodríguez (
Offline) - Publicado: 6 de mayo de 2022 a las 10:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
Offline)
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