AVISO DE AUSENCIA DE Romey
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Recalco lo ingobernable, la sangre galopante,
la risa sensorial, la soledad compaginada,
la magia de amar precipitadamente el placer
que se me derrama para dar de beber...
Contrastes equidistantes, como así mi amada
comparte con fácil femenina elegancia el arte
este flamante que portar por estandarte alto,
encima de las depresivas cárceles de asfalto...
Un sueño añejo cala bajo estos pavimentos,
alimento, la vegetación coge su sustento
oscuro, el humus primigenio, la luz sublime...
Nada, cosas inasumibles que si enamoran
a las vírgenes primorosas, idilios de rosas,
entre oníricos paisages, mensajes sutiles...
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