Llegaste a mi humanidad sin invitación alguna,
sin tocar, solo entraste, y a perturbar mi mente te instalaste,
traes contigo fantasmas que me atormentan,
y al sentir dicha presencia mis nervios aumentan.
Mi estómago grita desde lo profundo de sus entrañas,
adolorido por cada una de las estocadas,
puñaladas que mi alma han desangrado,
y todo mi ser en oscuridad han dejado.
Mi mente se nubla de preocupaciones insignificantes,
así como un inevitable efecto mariposa,
me invade la tensión, el temor, el caos
y obsesión por cada pequeña cosa.
Por tu indeseable llegada mi corazón late acelerado,
como un preso en la cárcel, al sufrimiento estoy condenado
,
de mi angustia no he podido ser liberado,
y como en una habitación sin salida, me siento encerrado.
¿Que es eso tan cruel que me invade de repente?
¿eso que cuando llega mis lagrimas se derraman?,
no soy el único, pues le pasa a tanta gente,
no se lo deseo a nadie. Ansiedad le llaman.
- Autor: Pedro Abarca ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2022 a las 13:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, alicia perez hernandez
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