¡GRACIAS POR SER MI MADRE!

¡GRACIAS POR SER MI MADRE!

Elisabeth Garcés Lozada

Es el nombre de mi madre amada

Y con este poema mi gratitud ofrecerle

Y una oración al cielo por tenerle

¡Gracias porque la vida me has dado!

¡Gracias por tantos años de cuidado!

¡Gracias por todo el conocimiento brindado!

Por haber escogido a mi padre

Juan Antonio Rentería García

Que a todos sus hijos como nadie quería,

Fue tu fiel compañero, un gran “Señor”,

Que te adoró con todo su amor.

Somos tus hijos Aniana, Amilcar,

Karla, Juan y la que escribe,

A tres a otro plano viste partir

Y con el corazón roto tuviste que seguir.

¡Gracias por la “Mamá Dina y el Papá Abuelo”

Que hoy te cuidan y bendicen desde el cielo!

Un reconocimiento de admiración recibe,

Porque dejaste tu satisfacción profesional

Y los placeres del mundo terrenal,

Dándonos tu cuidado maternal;

Y como “Madre” te Doctoraste,

Nos inculcaste valores,

El respeto por la “Madre Naturaleza”,

Que en lo interior reside la belleza,

A mantener la entereza,

Con ánimo para seguir luchando,

Pestes, flemas y enfermedades

de la mano ganando,

a las “Musas” me presentaste,

divinidades de las artes inspiradoras,

poemas, mil oraciones,

cuentos de todo el mundo,

batallas con unicornios y dragones

entonando bellas canciones,

teletrasportándonos al país de la fantasía,

Y como el Ave Fenix de mis cenizas a renacer,

Aprendí de tu mano las primeras letras,

A venerar a nuestra madre Virgen María,

El conocimiento de la naturaleza real de la humanidad

como gnosis, Isis sin velo, divina, sagrada,

Maga Blanca, Sacerdotisa de tu casa tu templo,

Todo eso y más eres madre adorada;

¡Gracias por los cristales y piedras,

Curativas de mi cuerpo, mente y alma!,

Con su energía vital que me devuelven la calma.

¡Gracias! Porque si has podido y vas a poder,

El amor que nos tienes logrará vencer,

Por ninguna pérdida o tristeza te dejes caer,

Eres fuerza porque significa tu nombre

“la persona para quien Dios es un juramento”

Maestra y madre, por eso y mil cosas más

mi eterno agradecimiento.

Claudia Alejandra Rentería Garcés