Si otro beso depende
De por qué tanto te amo,
Mejor aférrate a mi mano,
Puede que mi labia te atormente.
Y puede que al mirar tus ojos
Se dupliquen o tripliquen las razones,
Que de tu boca, mis antojos,
Se desborden a borbotones.
¿Pero sabes algo...?
¡Qué pereza!
¡Qué hambre de comerte a ti!
Si para besarme, una respuesta,
Mejor me apuro: "porque sí".
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