¡Que se vaya!
¡Que no vuelva!
¡Que se vaya bien lejos!
¡Donde mi recuerdo no pueda alcanzarlo!
Irrumpe en mis noches cada tanto. Cuando hay luna llena, luna negra, luna de hielo. Pero lo que más duele, que aparezca en medio de la noche, haciendo pedazos el velo onírico de mis dulces sueños. Justo ahí, cuando la luna roja, luna de sangre, se cuela silenciosa por la ventana. Ella sabe, que tiene carta abierta dentro de mi alma, pero tú no. No quiero un espectro rondando mis aposentos, mi mágico jardín, ni la vid de los encantos. No quiero saber de ti, mientras cae la noche en el cristal roto de mis esperanzas. No, cuando el pensamiento, como torrente seco, me cubre en fuego y cenizas.
No, cuando estoy callada
No, cuando estoy cansada
No, en mi mundo mágico
De mirlas acaneladas
Gatos inquietos
Y versos alados
Imagen: Créditos a su creador
Luz Marina Méndez Carrillo/14/05/2022 /Derechos de autor reservados.
Obra registrada en Cedro-España/ https://www.cedro.org/
- Autor: VITRALES DEL ALMA ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2022 a las 12:18
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 99
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Ben-., Lale Neda, Ed-win
Comentarios1
Bello poema, Luz; un abrazo fuerte!
Gracias Ben-. Me alegra que te guste. Saludos.
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