Soy estudiante, imbuido en investigaciones académicas.
Te suplico que me toques la ventana
y que por cada mañana
le des besos al jardín;
te suplico que me arregles bien la escena
que con esta idea buena
vas a desear tu fin.
Sobre todo, llegarán largos gemidos
penetrando en tus sentidos
con la atenta petición:
te suplico, que no cierres esa puerta
y que siempre estés despierta
dentro de tu corazón.
Porque siempre, te diré mi gran propuesta
que no existe otra como esta,
desafiando tu calor.
Traigo ganas de quitarte ese vestido,
una noche yo te pido
para matar este amor.
Te confieso, voy camino hacia tu casa
en el carro que propasa
todo lo que siento yo:
pues mi tesoro, solo falta una cuadra
con este pecho que ladra
la pasión que germinó.
Voy pensando más que doce disparates,
te compré unos chocolates
con la mínima intención.
Con mi carro, voy doblando por la esquina
y de experta tu vecina
se asomó por el balcón.
Con este aonio, me acerco a tu parqueo
agitando mi deseo
para calmar esta sed:
ahora, ya me siento súper contento
y frente a tu apartamento
con tu nombre en la pared.
Solo espero que aparezcas maquillada
y me hables en tu almohada
lo que te gusta de mí.
Hoy te confieso que después de esa noche
tomaré de nuevo el coche
que me trajo justo aquí.
Samuel Dixon [16/05/2022
- Autor: Samuel Dixon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2022 a las 08:59
- Comentario del autor sobre el poema: Con este versar pido a los cuatros vientos que logre dar una noche contigo. El amor no está en el cuerpo, sino en el alma.
- CategorÃa: Amor
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Aliscrist ✨, Rafael Huertes Lacalle, Ann🌼, Kapirutxo
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